Buscando un símbolo de paz

El mismo ritual de siempre. Asiento en el pasillo. Audífonos a todo volumen. Ojos cerrados. Respiración lenta –así controlo la claustrofobia–. Abrí mis ojos y vi mucho movimiento al frente del avión, me quité los audífonos y pregunté qué estaba pasando. El aeropuerto de CDMX estaba inundado, no podíamos aterrizar allá. No podía creer lo que estaba oyendo. No teníamos nada qué hacer. Cinco horas después estaba nuevamente en el aeropuerto El Dorado.

Todavía no sé cómo ni por qué, pero mientras nos sacaban del aeropuerto, terminé hablando con una pareja que estaba en mi misma situación. No tenían ninguna intención de volver a su casa. Después de unas horas, viajando en la van hacia un hotel, se había conformado el grupo. Un dentista colombiano que vivía en México, dos estudiantes venezolanas, mis amigos del aeropuerto y yo. Logré mi cometido, una habitación para mi solo, sería mi refugio. Seguimos la fiesta en la habitación de la pareja. Entre aguardiente y tusi, las verdaderas intenciones del viaje salieron a la luz. Narcotráfico, prostitución, visitar a mi amigo. Estuvimos dos días de fiesta en el hotel.

Nunca pensé que este viaje, que comenzó de una manera tan sórdida, traería consigo una herramienta que ha sido fundamental. Y así, con el egocentrismo que mi baja autoestima ha ocultado todo este tiempo, comencé a escribir para los demás. Estos mensajes llegaron acompañados de reflexiones y preguntas. 

La soledad, un sentimiento que va más allá de estar acompañado o no tener a nadie en la vida. Es estar desconectado con tu “YO” interior.

Es un estado en el que nada te llena en la vida.

El momento en el que aprendes a disfrutar de tu propia compañía, nunca te sentirás solo.

No me gusta lo que tengo, pero no sé lo que quiero. 

Lo que lo hace soportable es mi familia y mis amigos. 

Siento que necesito trascender, aportarle algo a la vida y dar todo lo que hay en mi. La falta de interés y el confort en el que vivo me lo impiden. Necesito un cambio en la vida, una motivación. Encontrar algo que me llene, me genere satisfacción y me haga dar lo mejor de mi. 

Creo que necesito comer mierda a ver si eso me hace despertar y reaccionar. 

Hay algo dentro de mi que quiere despertar, gritar, salir de donde está. 

¿Dónde está la motivación? ¿Será miedo? ¿Por qué los altibajos emocionales? ¿Será que cuando siento que todo está bien en la vida, es una mentira que me digo para esconder todo lo que está mal? ¿Dependo mucho de la sociedad? ¿Habrá un punto medio? ¿Cómo hacer que la plata no sea algo primordial en la vida? ¿Tengo que renunciar a lo que estoy acostumbrado para lograr eso?

salir del anonimato


Siento que ese esfuerzo por mantenerme en silencio, escondido del mundo, no era más que una respuesta a la poca confianza que tenía en mi. Eso cambió. Estoy seguro de lo que soy. Quiero salir de mi escondite. Mostrarme al mundo, compartir lo mucho que tengo para ofrecer. Quiero salir del anonimato.