El baúl de los recueros

12/04/24 

Hoy recordé ese sentimiento de que iba a morir joven. Que después entendí, que no era más que un deseo. El deseo de morir joven para no enfrentar la vida. Si ese deseo se hubiera cumplido, no habría tenido tiempo de escribir nada de esto. Increíble cómo han cambiado las cosas. Escribo esto, en un momento de mi vida en el que comencé a cuidarme. Por primera vez en la vida, comencé a cuidarme. Dejé de comerme las uñas, comencé a estirar todas las mañanas, hacer ejercicios para la espalda, echarme crema humectante, pensar en comer saludable. Sé que suena tonto, pero después de 35 años, también sé que es un logro el malparido. Cada vez se hace más fácil, cada vez habrá más autocuidado, más amor para mi. Cuidar el cuerpo, la mente y el alma. Fue un cambio que comenzó de adentro hacia afuera, seguro por eso lo último fue el cuerpo –espero que no sea muy tarde–. Primero me cuidaré a mi. Primero estaré para mi. Esto puede sonar a un acto de egoísmo, pero es todo lo contrario, en cuanto yo esté mejor para mi, mejor podré estar para los demás. De adentro hacia afuera. 

Cada uno va a su ritmo, cada uno es quien quiere ser. Yo ya no soy lo que recuerdo ser. Agradezco el cambio, reconozco lo que fue y el largo camino para dejarlo atrás. Miremos hacia adelante. Enfoquémonos y veamos y reconozcamos lo que somos. Lo que hemos logrado, aprendido y lo que queremos seguir mejorando. Cada vez se hace más fácil.  

14/05/2023

Me estoy sintiendo muy ansioso. Me estoy sintiendo triste. Incapaz. Un fraude. No entiendo qué está pasando. Un vacío en la boca del estómago. Ganas de no hacer nada. Siento como si estuviera engañando al mundo entero. Incluso a mi. Seguro, este sentimiento es el que he estado intentando ocultar con la fumada de marihuana. Estoy mal. No sé cómo regular mis estados. Cada vez los altos más alto y los bajos más bajo. Este sentimiento de hoy está terrible. Un desasosiego que no sentía hace rato. Un sentimiento de no valer nada. De ser una farsa. Esto es lo que llevo por dentro. Lo que me frena, no me deja avanzar. Este sentimiento seguramente es el que me hace bajar el ritmo, procrastinar y postergar todo. No ejecutar. Dejar todo para después. No me siento en condiciones de enfrentar todo esto. La vida me queda grande. A veces no entiendo cómo terminé metido en todo esto. Ya llevo un buen rato así. Ocultando este sentimiento en mis proyecciones a futuro, pintándome un futuro lleno de éxitos, logros cumplidos y fama. Pero soy incapaz de moverme hacia ellos. Siento que no soy capaz, que me va a quedar grande. Si siento que ya me está quedando grande, ¿qué va a pasar más adelante? Estoy muy triste. Tengo una tristeza que quiere salir pero está reprimida, no sé por qué no sale, ni de dónde viene. No puedo parar. Tengo que seguir. Confiar. Es simplemente un ataque del impostor. Llevo mucho trabajando para estar donde estoy. Hay muchas herramientas para salir de esto. Además no estoy solo. Quisiera llorar. Algo me dice que esto es por mi mamá. Va a ser un proceso muy duro. Va a doler mucho, pero seguro será liberador. O por lo menos, eso espero. Solo no sé qué hacer. Tengo que buscar ayuda. ¿Y la plata? Pues seguir trabajando. Ponerte los pantalones otra vez, confiar en ti y seguir con los planes. Poco a poco. Paso a paso. Sin desfallecer. Como en la montaña. Andar. Disfrutar. Parar. Disfrutar. Descansar. Andar. Disfrutar. Es normal tener miedo. Es normal paralizarse. Es normal, volver a andar. 

08/06/24

Faltan ocho días para la toma. Me he estado sintiendo ansioso. Aunque no es algo que me haya dado por haber tomado la decisión, o más bien, haber aceptado el llamado. Es algo que vengo sintiendo hace rato. Algo de lo que me he estado ocultando y escapando con la marihuana. Es momento de aceptarlo, de sentirlo y atravesarlo. Quizá así podré identificar, realmente, qué es lo que la está generando. Creo que esto puede ser una gran intención para la toma. Descubrir por qué estoy tan ansioso. ¿Qué la está generando? ¿Por qué estoy huyendo de este sentimiento? Va y viene. Cómo le decía a Santiago el otro día, auto diagnosticándome, soy un bipolar con picos maniaco depresivos. Escribo esto, transitando uno depresivo. Uno momento al que habría escapado fumando marihuana, pero, como parte de la preparación para el yagé, no lo estoy haciendo. A decir verdad, me gustaría dejar de hacerlo por un buen tiempo. Cambiar nuestra relación. Usarla con respeto y propósito. Honrarla, amarla. Honrarme, amarme. Hoy transito este momento de bajón, a través de la escritura. 

Seguro por eso es que resuena tanto el mito de Ícaro en mi vida. Entre más alto vuelo, más duro caigo. Aunque para ser sincero, recordando nuevamente la conversación con mi hermano, los momentos depresivos cada vez son más cortos y menos profundos. Pero, muchas veces a sido así gracias o por culpa de la marihuana. Escribirlo me libera. La escritura ha sido una gran aliada en estos momentos. Me ayuda a estar mejor. Volviendo a Ícaro, dejar de fantasear. Sí tener claras algunas metas/objetivos/rutas/caminos en la vida, pero estar en el momento presente. No escapo de la realidad, la atravieso. Atravieso la adversidad. Volar para tener otra perspectiva. Ver el camino. Bajar a transitarlo.


08/06/24

Es completamente desgarrador enterarme que mi mamá está sufriendo, más cuando es por mi culpa. Comencé un proceso de sanar nuestra relación. Sanar sus cosas en mi. Sanarla a ella en mi. Sanarme a mi en ella. Un poco lo que hice con mi papá. Aunque en este caso es mucho más difícil, más doloroso. Yo también sufro. A mi también me duele. Ha sido un proceso muy diferente, deconstruir para poder volver a construir. Me hace falta, pero entre más avanzo, más me interpela, más cosas me muestra. Hay una rabia que cada vez me cuesta más controlar. No sé de dónde viene pero necesita salir. Por alguna razón con ella, con mi mamá, mi mejor amiga, mi confidente, mi consejera, el sentimiento es de rabia. ¿Cómo explicarlo de una forma amorosa y amigable? ¿Cómo hacerla partícipe de este proceso?

Sé muy bien, que en la medida en que yo vaya realizando cambios, sanando y soltando, las cosas van a ir mejorando para los dos. Cómo anhelo volver a tener la relación que teníamos de una manera sana y respetuosa para los dos. Volver a la conexión que teníamos sin todo lo que ha aparecido de por medio. Eso que necesita ser curado. Eso que necesita ser integrado. 

¿Cómo explicarle, que todo este proceso, comenzó en parte gracias/por ella? Que ella no es la única que está sufriendo. Que soy consiente de lo que le estoy haciendo. Que una de mis intenciones de hacer yagé, es trabajar en nosotros, en nuestra relación. Volver a su relación con mi niño. Seguro de él es de donde viene esa rabia. 

Me acuerdo mucho del sentimiento de rabia y rechazo que me despertó la última constelación, cuando una madre no era capaz de reconocer ni de ver a su hija. De cómo no me reconoció a mi, hasta que me enteré que yo representaba a un adulto. 

Sé que estamos pasando por el momento más difícil del proceso. Identificar todas las cosas que no quiero de ella en mi. Todas las cosas que quiero cortar. Quitarme un poco el velo, desmitificarla y permitirme ver las cosas que me hicieron daño. Lo más duro de todo, es ser consciente que no lo hizo por mala, que lo hizo lo mejor que pudo, pero igual, sentir esta rabia inconsciente. Cómo hacerle entender que alejarme de ella no es más que un acto de amor para no dañarla ni lastimarla con esa rabia inconsciente e incontrolable, que en este momento se me sale de las manos, que me domina. Me duele y me hace mucha falta. 

¿Cómo explicarle que lo único que quiero es volverla a tener en mi vida? Volver a estar en la suya. Que lo que más deseo es que sea feliz, darle todo mi amor, sin límites, limpio, sin otros sentimientos de por medio. ¿Cómo hacerle sentir, que mientras escribo estas palabras, la rabia se ha transformado en tristeza? Una tristeza que me ahoga, que inunda mis ojos con lágrimas que se resisten a salir. Prefiero sentir esto que rabia. 

Descubrir qué me dolió tanto. ¿Qué generó esta tristeza tan grande, que oscila y vive desde la rabia? Explicarle que nunca he dejado de amarla, que es imposible hacerlo. Que la amo con mi vida entera y nada lo puede cambiar. Que más pronto de lo que ella y yo nos imaginamos, esta situación habrá quedado atrás. Que le agradezco infinito, porque este camino de sanación personal y autoconocimiento ha sido posible gracias a ella. Que la admiro y me preocupa. 


14/06/24

Muy a la expectativa de lo que vendrá. Abierto a recibir lo que me quieras decir/mostrar/enseñar/sanar. Agradecido con la vida por esta experiencia. Agradecido de recibir este llamado y haberlo aceptado. Más humildad. Más compasión. 

Todo el tiempo me estoy comparando con los demás. Bien sea desde la envidia o desde el ego. Tengo que dejar de compararme con los demás, enfocarme en mi, en mi vida, en lo que estoy viviendo. Para mi, no para nadie más. Es desde la comparación donde nace la duda, la frustración, la ansiedad. Donde nacen los prejuicios. Dejo de habitarme. Cuando me centro en mi vida, en mis cosas, me concentro y lo hago únicamente por mi, todo fluye. Estar comparándome con los demás, me limita, me frena. Debo enfocarme en mi, en mi historia, en mi camino. Dejar de hacer las cosas pensando e qué van a decir los demás.

También debo tener más paciencia. Confiar en los procesos y en que el universo me da las cosas en la medida que las puedo manejar. 

Mis sentidos ya se están agudizando, siento la medicina en mi. Le abro mi corazón y mi mente, me pongo a disposición de ella, para recibir lo que tenga para mi. ¡Gracias!

Yo SOY YO, yo no soy en comparación a los demás. 

La envidia es un sentimiento muy feo, necesito sacarlo de mi, limpiar mis cuerpos, mis pensamientos, mis acciones, mi vida. Puedo compararme conmigo mismo. Con lo que era y lo que soy ahora. Hacerme consciente del proceso que he tenido, de la persona en la que me he convertido. Cambiar la envidia por la gratitud. 

Tengo ganas de vomitar desde el Kambó y no lo he querido hacer, no me gusta. Prefiero cargar con el malestar y acomodar mi vida a eso, que sacarlo, liberarme de él. No más. Voy a vomitar. Por evitar el momento incómodo de sacar el malestar, prefiero cargarlo. Eso me enferma más. Me encantaría compartir este conocimiento/sabiduría con mi mamá. Retener eso, no sacarlo, nos hace perder de lo importante en la vida, nos impide enfocarnos y disfrutar lo realmente importante. Toda nuestra atención está ahí, en controlar ese malestar para poder sobrevivir. Hay que sacarlo. Liberarnos. Voy a cagar. 

Qué lindo sentir este abrazo de la energía femenina, volver a conectar. Sentirla, dejarla fluir por mi cuerpo. Permitirle llegar a todas partes, a cada rincón de mi cuerpo. El amor maternal, el más puro de todos. Volver el orgullo bonito, ponerlo al servicio de los demás.

Voy por mi segunda toma. 

Soltar el control y la búsqueda de la perfección. Nunca va a ser perfecto. Como está, está bien. Como estoy, estoy bien. Soy perfecto como soy. No me doy cuenta de esto por estar buscando la “perfección”. El deber ser impuesto por el exterior. Tengo que enfocarme en mi interior. Que esos cánones de perfección, vengan desde mis adentros. Soltar el control, dejarme llevar y guiar. Confiar. Buen viaje. 

Volteo mis manos. Las pongo con las palmas mirando hacia arriba, así como recibo, doy. Las pongo al servicio de la humanidad, así como mi mamá, puso las suyas al servicio de los demás. 

No dolió. Fue completamente gratificante. Un proceso de sanación desde la gratitud. Guiado por el amor de mamá. Ahora están las dos energías al mismo nivel, en sinergia, en sincronización, unidas, fluyendo a mi servicio, al servicio de la humanidad. 

Tercera toma. 

Ayúdame a llorar, a sacar esa tristeza que se convirtió en rabia, a soltar el sentimiento, sacarlo de mi. Permíteme ver qué lo causó, de una manera diferente. Atravesar la tristeza.Vaciar para poder ahondar. 

Volver a llorar de gratitud. Atesoro estas lágrimas de gratitud. 


15/06/24

Pido que se abran las puertas del cielo, que escuchen mis plegarias y me ayuden, guíen y acompañen en el reencuentro con mi niño interior. Me pongo en disposición y abro mi alma, cuerpo y mente para recibir la medicina sagrada, acompañada de su sabiduría y poder de sanación. 

Mamá, te pido perdón. Te pido perdón por no honrarte como lo mereces, por haberte hecho a un lado, por descuidarte y descuidar nuestra relación. Te pido perdón por las veces que te he mentido, te he engañado, te he ofendido y lastimado. Te amo con mi vida entera. Eres lo más cercano a mi ser, a mi, a lo más profundo de mi esencia. Yo soy tu esencia. Yo soy lo que soy gracias a ti. Espero algún día hacer lo mismo por ti. 

Te pido perdón por abandonarte, por hacerte a un lado, por culparte, por no entenderte, por hacerte tragar la culpa, tu dolor y sentimientos. De todo corazón, perdón. Con toda humildad, te pido perdón. Perdón por apagarte, por succionarte. Perdón. Te estaba matando. Acá estoy para ti. Perdón. Mi gran maestra. Mi energía creadora. Tu me diste la vida, la fuerza, el coraje. Perdón. Perdón. Perdón. Perdón. Gracias ma!!! Te amo!!!

Estoy en paz.

salir del anonimato


Siento que ese esfuerzo por mantenerme en silencio, escondido del mundo, no era más que una respuesta a la poca confianza que tenía en mi. Eso cambió. Estoy seguro de lo que soy. Quiero salir de mi escondite. Mostrarme al mundo, compartir lo mucho que tengo para ofrecer. Quiero salir del anonimato.